Su reciente prototipo, el "New Shepard", tiene un diseño inusual de alas, conocido como "bicónico", además es mucho más pequeña que los transbordadores espaciales, pero aún así podría llevar a siete personas a la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés). Incluye una cápsula de tripulación (crew capsule) que transportará a tres o más astronautas sobre un módulo de propulsión (propulsion module) independiente impulsado por cohetes, lanzados desde el oeste de Texas, EEUU.
Después del despegue, el vehículo acelerará por aproximadamente dos minutos y medio. Luego el módulo de propulsión apagará sus motores y se separará de la cápsula de la tripulación. El módulo de propulsión termina su vuelo, descenderá a la Tierra, y de forma autónoma realizará un aterrizaje vertical propulsado por cohetes.
Después del descenso y el reingreso a la atmósfera terrestre, la cápsula de la tripulación aterrizará en paracaídas cerca del lugar de lanzamiento.
Blue Origin es un proyecto financiado por la NASA, con la suma de US$ 22 millones, como parte de los esfuerzos de la agencia espacial norteamericana para alentar los vuelos espaciales privados.
Conclusión: es bueno que el negocio del transporte espacial no quede solo en manos de la NASA, y que otras empresas puedan desarrollar sus propios vehículos. Además, algún día, los viajes espaciales van a estar al alcance de todos.
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