Aviones supersonicos

The Supersonic Green Machine - NASA
Dos de los principales problemas que enfrenta cualquier avión supersónico es el aumento de la resistencia, lo que significa un mayor consumo de combustible, y el "Sonic Boom", la explosión que se produce cuando el avión rompe la barrera del sonido.

Según el profesor Karthik Duraisamy, de la Universidad de Stanford, el avión se mueve más rápido que la velocidad del sonido lo que genera ondas de presión que sólo se mueven a esa velocidad. Estas ondas se comienzan a agrupar juntas creando una onda de choque. Si el avión vuela por encima tuyo, la onda pasa por encima tuyo también. Ese es el estampido sónico.
Es por esto que el avión "Concorde" solo se limitó a las rutas sobre el océano. Este es un avión supersónico utilizado para el transporte de pasajeros. En 1969 realizó su primer vuelo, entró en servicio en 1976 hasta su salida de circulación en 2003, cuando la flota se retiró debido a preocupaciones por los costos y la seguridad de los jets, luego de un accidente mortal, tres años antes.
Pero el transporte aéreo comercial supersónico aún mantiene un atractivo para los pasajeros, pilotos e ingenieros. Y ahora, con la ayuda de materiales modernos y avanzados de simulación, los investigadores aeroespaciales esperan superar algunos de los problemas que enfrentó el Concorde, proporcionando un modelo para la próxima generación de aviones supersónicos.
Grandes empresarios de la industria de la aviación están tratando de encontrar soluciones, incluyendo Boening, Lockheed Martín y la NASA. Estos últimos dos han diseñado el "Supersonic Green Machine",  que cuenta con un ala en V invertida sobre la cola que está destinada a aumentar la eficiencia energética y disminuir el ruido creado por un estampido sónico.


Conclusión: los viajes a alta velocidad todavía no ha llegado, pero parece que falta poco, aunque por el precio que saldrá el pasaje (al menos hasta que recuperen la inversión) el acceso a este servicio va a ser para unos pocos.

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